Teoría de la Personalidad en Psicología
Anna Freud
(Viena, 3 de diciembre de 1895-Londres, 9 de octubre de
1982) fue una psicoanalista austriaca que centró su investigación en la
psicología infantil. Fue la hija menor de Sigmund Freud y Martha Bernays,
siendo la única hija del padre del psicoanálisis que siguió sus pasos. Nació el
3 de diciembre de 1895 en Viena, Austria y murió el 9 de octubre de 1982 cuando
tenía 86 años.
Psicología del Yo
A diferencia de Jung y Adler, Anna se mantuvo fiel a las ideas
básicas de su padre. No obstante, se preocupó más de la dinámica
mental que de su estructura y estuvo particularmente fascinada por el
lugar del Yo en todo esto. Después de todo, Freud dirigió la mayor parte de sus
esfuerzos al Ello y a la parte inconsciente de la vida psíquica. Como
acertadamente afirmó, el Yo es el "lugar de observación" desde el
cual observamos el trabajo del Ello y el Superyó, así como del inconsciente en
general. Por esta razón, Anna se merece un estudio aparte.
La autora es probablemente mejor conocida por su libro El Yo y los
Mecanismos de Defensa, en el cual presenta una descripción particularmente
clara de cómo funcionan las defensas, incluyendo además una atención especial
al uso de las defensas en adolescentes. La sección sobre las defensas en el
capítulo de Freud de este libro está basada casi en su totalidad tanto en el
trabajo de Anna como en el de Sigmund.
Este énfasis sobre el
Yo empezó un movimiento en los círculos psicoanalíticos llamado psicología
del Yo que representa en la actualidad, de manera discutible, la mayoría
de los freudianos. (Se podría decir que la tendencia actual en psicoanálisis
americano es ésta. En Europa, existen muchos seguidores de esta corriente,
aunque todavía perviven extensivamente las "viejas escuelas". N.T.).
Psicología infantil
Pero Anna Freud no era primordialmente
una teórica. Sus intereses eran más prácticos y mucho de su esfuerzo
fue dirigido hacia el análisis de niños y adolescentes, logrando perfeccionar
la técnica. Después de todo, su padre se había dedicado exclusivamente a
pacientes adultos. ¿Qué podemos hacer con un niño que sufre en el presente las
crisis y traumas, así como las fijaciones no son meras recolecciones del pasado?
En primer lugar, la relación
del niño con el terapeuta es distinta. Los padres de éste constituyen
una gran parte de la vida de él; una parte que el terapeuta no puede usurpar.
Pero, el terapeuta no puede convertirse en otro niño. Sigue siendo una figura
de autoridad para el paciente. Así que Anna ideó una técnica para manejar este
problema de "transferencia", utilizando la forma más natural posible:
siendo un adulto cuidadoso, no un nuevo compañero de juegos, no un padre
sustituto. Actualmente, su acercamiento al paciente puede considerarse todavía
un poco autoritario, pero tiene más sentido que otros. Otro problema del análisis de niños es
que sus habilidades simbólicas no están tan desarrolladas como en los adultos.
De hecho, los más jóvenes, tienen problemas a la hora de verbalizar sus
dificultades emocionales. Incluso los más mayores tienen problemas para
esconder sus conflictos tras símbolos complejos, como hacen los adultos.
Después de todo, los problemas de los chicos se establecen en el "aquí y
ahora"; no hay mucho tiempo para construir defensas. Por lo tanto, los
problemas están más cercanos a la superficie y tiende a expresarse de manera
más directa, menos simbólica, en términos conductuales y emocionales. La mayoría de sus contribuciones el
estudio de la personalidad procede de su experiencia en el Hamstead Child
Therapy Clinic (Clínica de Terapia Infantil Hamstead) en Londres que ella
misma ayudó a construir. En este lugar, Anna se percató de que uno de los
mayores problemas era la comunicación entre terapeutas: mientras que los
problemas adultos se comunicaban por medio de etiquetas tradicionales, los de
los niños era imposible.
Los Mecanismos de Defensa
Estas técnicas se han llamado
mecanismos defensivos yoicos y tanto Freud como su hija Anna, así como otros
seguidores han señalado unos cuantos.
Es importante comentar que la definición
de la mayoría de los mecanismos de defensa que
poseemos está realizada por Anna Freud, no por su padre.
Negación
La Negación se refiere al bloqueo de
los eventos externos a la consciencia. Si una situación es demasiado intensa
para poder manejarla, simplemente nos negamos a experimentarla. Como podrían
suponer, esta defensa es primitiva y peligrosa (nadie puede desatender la realidad
durante mucho tiempo).
También he visto personas desmayándose en una autopsia
(personas que niegan la realidad de la muerte de un ser querido) y estudiantes
que se olvidan de buscar las notas de sus exámenes. Todo esto es negación.
También he visto personas desmayándose en una autopsia
(personas que niegan la realidad de la muerte de un ser querido) y estudiantes
que se olvidan de buscar las notas de sus exámenes.
Represión
La Represión, defensa que Anna Freud llamó
también "olvido motivado" es simplemente la imposibilidad de recordar
una situación, persona o evento estresante. Esta defensa también es peligrosa y
casi siempre va acompañada de otras más.
Otros ejemplos abundan en la literatura. Anna Freud
habla de uno en concreto que es particularmente especial: una chica joven,
acosada de una culpa importante por sus fuertes deseos sexuales, tiende a
olvidar el nombre de su novio, aun cuando le está presentando a sus amistades.
Ascetismo
Ascetismo es la renuncia de las necesidades
es una de las defensas que menos hemos oído hablar, pero se ha puesto
nuevamente de moda con la emergencia del trastorno llamado anorexia. Los
pre-adolescentes, cuando se sienten amenazados por sus emergentes deseos
sexuales, pueden protegerse a sí mismos inconscientemente a través de negar no
sólo sus deseos sexuales, sino también todos sus deseos. Así, se embarcan en
una vida como si fueran monjes, con una tendencia ascética donde renuncian a
cualquier interés sobre lo que los demás renuncian.
En los chicos de hoy hay un interés marcado en
la autodisciplina del arte marcial. Afortunadamente, las artes marciales no
solo no hacen (mucho) daño, sino que incluso pueden ayudarles.
Aislamiento
El aislamiento (también llamado
intelectualización) consiste en separar la emoción (o el afecto. N.T.) de un
recuerdo doloroso o de un impulso amenazante. La persona puede reconocer, de
forma muy sutil, que ha sido abusada de pequeña, o puede demostrar una
curiosidad intelectual sobre su orientación sexual recién descubierta. Algo que
debe considerarse como importante, sencillamente se trata como si no lo fuera. Muchos
adolescentes se dirigen a ver en masa las películas de terror, e incluso se
obsesionan con la cuestión, quizás para lograr combatir el miedo real.
Desplazamiento
El Desplazamiento es la
"redirección" de un impulso hacia otro blanco que lo sustituya. Si el
impulso o el deseo es aceptado por ti, pero la persona al que va dirigido es
amenazante, lo desvías hacia otra persona u objeto simbólico. Por ejemplo,
alguien que odia a su madre puede reprimir ese odio, pero lo desvía hacia,
digamos, las mujeres en general. Alguien que no haya tenido la oportunidad de
amar a un ser humano puede desviar su amor hacia un gato o un perro. Una
persona que se siente incómodo con sus deseos sexuales hacia alguien, puede
derivar este deseo a un fetiche.
Autoagresión
Agresión contra el propio self (Utilizaremos
aquí el propio término en inglés para referirnos al "sí mismo, ya que en
la psicología en español se usa con mayor frecuencia el vocablo en inglés
"self". N.T.). Es una forma muy especial de desplazamiento y se
establece cuando la persona se vuelve su propio blanco sustitutivo. Usualmente
se usa cuando nos referimos a la rabia, irritabilidad y la agresión, más que a
impulsos más positivos. Constituye la explicación freudiana para muchos de
nuestros sentimientos de inferioridad, culpa y depresión. La idea de que la
depresión es muchas veces el producto de la rabia contra un objeto (persona)
que no queremos reconocer, es ampliamente aceptada por freudianos y otros de
diversas corrientes.
Proyección
Proyección o desplazamiento hacia fuera,
como Anna Freud le llamó, es casi completamente lo contrario de la agresión
contra el propio self. Comprende la tendencia a ver en los demás aquellos
deseos inaceptables para nosotros.
O una mujer que empieza a sentir deseos sexuales
leves hacia sus amigas. En lugar de aceptar tales sentimientos como algo
bastante normal, se empieza preocupar cada vez más por el alto índice de
lesbianismo en su barrio.
Rendición
La Rendición altruista es una forma de
proyección que parece a primera vista como lo opuesto: aquí, la persona intenta
llenar sus propias necesidades de forma vicaria a través de otras gentes.
Un ejemplo común es el del amigo (siempre
conocemos alguno) que en vez de buscar algún amigo o relación por sí mismo,
embarca a los demás a que las tengan. Son esos que te dicen curiosamente
"¿y qué paso anoche con tu cita?" o "Qué, ¿ya tienes pareja o
no?"
Reacción o creencia en lo opuesto
La Formación reactiva, o "creencia en
lo opuesto", como Anna Freud llamó, es el cambio de un impulso inaceptable
por su contrario. Así, un niño. Enfadado con su madre, puede volverse un niño
muy preocupado por ella y demostrarle mucho cariño. El niño que sufre abusos
por parte de un progenitor, se vuelve hacia él corriendo. O alguien que no
acepta un impulso homosexual, puede repudiar a los homosexuales.
Anulación Retroactiva
La Anulación Retroactiva comprende
rituales o gestos tendientes a cancelar aquellos pensamientos o sentimientos displacen
teros después de que han ocurrido. Por ejemplo, Anna Freud mencionaba a un niño
que recitaba el alfabeto al revés siempre que tenía un pensamiento sexual, o
que se volvía y escupía cuando se encontraba con otro niño que compartiese su
pasión por la masturbación.
Introyección
La Introyección, muchas veces llamada
identificación, comprende la adquisición o atribución de características de
otra persona como si fueran de uno, puesto que hacerlo, resuelve algunas
dificultades emocionales. Por ejemplo, si se le deja solo a un niño con mucha
frecuencia, él intenta convertirse en "papá" de manera de disminuir
sus temores. En ocasiones les vemos jugando a con sus muñecos diciéndoles que
no deben tener miedo. También podemos observar cómo los chicos mayores y
adolescentes adoran a sus ídolos musicales, pretendiendo ser como ellos para
lograr establecer una identidad.
Identificación con el
Agresor
Es una versión de la introyección que se centra en la
adopción no de rasgos generales o positivos del objeto, sino de negativos. Si
uno está asustado con respecto a alguien, me convierto parcialmente en él para
eliminar el miedo.
Dos de mis hijas, las cuales se han criado con un gato de
bastante mal genio, recurren muchas veces a maullar y chillar para evitar que
salga repentinamente de un armario o de una esquina oscura y vaya a morderle
los tobillos.
Regresión
La Regresión constituye una vuelta
atrás en el tiempo psicológico cuando uno se enfrenta a un estrés. Cuando
estamos en problemas o estamos atemorizados, nuestros comportamientos se tornan
más infantiles o primitivos. Un niño, por ejemplo, puede empezar a chuparse el
dedo nuevamente o a hacerse pis si necesitan pasarse un tiempo en el hospital.
Un adolescente puede empezar a reírse descontrolada mente en una situación de
encuentro social con el sexo opuesto. Un estudiante pre-universitario debe
traerse consigo un muñeco de peluche de casa a un examen.
Comentarios
Publicar un comentario